Nunca he sido tan sumisa como hoy. Su cuerpo húmedo y desnudo a mi lado fue mucho más que un presagio, fue una sentencia. Sus manos me acariciaban y yo pretendía no haber despertado. Sus dedos sobre mi piel me hacían pensar en un arado surcando tierra húmeda. Me quedé inmóvil mientras me tocaba. Se me ocurrió que en un punto iba a tener que despertar, que no podría seguir fingiendo indiferencia. No quería y no podía. Entonces decidí esperar, noté que mi desgano no lo desanimaba, y resolví continuar así, rendida. Tendría que disimular mi aborrecimiento con gemidos? No, no era capaz. Tampoco había la necesidad de hacerlo. Apreté mis ojos con tanta fuerza que me olvidé del dolor. El arado sobre mi espalda, el arado en mi cuello, sobre mis nalgas y muslos. No abrí los ojos, no me moví, casi no respiraba. Exánime, le regalé mi cuerpo. Sentí que la mente era lo único que me pertenecía, mis pensamientos se hicieron impenetrables. La oscuridad me resultó confortante y no quise salir de ella porque prefería seguir pensando en el arado y no ver su cuerpo sobre mi. No sé cuánto tiempo permanecí bajo él, pero sé que fue suficiente para odiarlo. Me hirió, me laceró, me humilló. Y me hizo odiarme a mi, porque le permití vengarse.
2 Comments:
At 11:06 a. m., mayo 14, 2006, Anónimo said…
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At 6:14 p. m., octubre 18, 2006, Nyx Scotos said…
Me inspira ...
Por ahora te pego este poema que me encanta:
Lo inacabable
(Alfonsina Storni)
No tienes tú la culpa si en tus manos
mi amor se deshojó como una rosa:
Vendrá la primavera y habrá flores...
El tronco seco dará nuevas hojas.
Las lágrimas vertidas se harán perlas
de un collar nuevo; romperá la sombra
un sol precioso que dará a las venas
la savia fresca, loca y bullidora.
Tú seguirás tu ruta; yo la mía
y ambos, libertos, como mariposas
perderemos el polen de las alas
y hallaremos más polen en la flora.
Las palabras se secan como ríos
y los besos se secan como rosas,
pero por cada muerte siete vidas
buscan los labios demandando aurora.
Mas... ¿lo que fue? ¡Jamás se recupera!
¡Y toda primavera que se esboza
es un cadáver más que adquiere vida
y es un capullo más que se deshoja!
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